Tanto la creación como la producción de todas las velas nace en los talleres de la sala de exposiciones Sidi Ghanem, en Marrakech. Y aunque los diseños y los artesanos que las elaboran son 100% marroquíes, las materias primas utilizadas son cuidadosamente seleccionadas de países alrededor de todo el Mundo. De la ciudad de Grasse (Francia), capital mundial del perfume, se traen los aromas de azahar, ámbar rojo, higo salvaje o jazmín real. De Italia las mechas de algodón puro, cada una enderezada a mano, de los Estados Unidos la cera de soja y de Egipto una cera de parafina de alta calidad sin humo negro y con una difusión de fragancia óptima. Porque aquí todo respeta la naturaleza y el medio ambiente. Los materiales y productos quieren ser nobles, apegados tanto a las inspiraciones orientales de antaño como a las tendencias actuales.
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